La seguridad del juego en primer lugar
Muchos juguetes desatan el entusiasmo de los gatos, pero por seguridad se deberían poder utilizar solo bajo supervisión. Si nadie puede controlar al gato, tienen que guardarse fuera de su alcance y lo mismo se debería hacer con objetos potencialmente peligrosos que el animal podría utilizar para jugar como gomas para el pelo o hilos de coser, entre otros.
Así que, en general, se debe tener cuidado con los juguetes que tienen cordeles o partes pequeñas que se pueden separar y pueden ser ingeridas por parte del gato, como pequeños cascabeles.
También es importante evitar juguetes demasiado pequeños, que tienen bordes cortantes, que se pueden romper con facilidad o que tienen rellenos que pueden ser peligrosos, como las bolitas de porexpán.
Cuándo organizar una sesión de juego
Los gatos son naturalmente más activos a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde. En estos momentos suelen estar más receptivos al juego, pero esto no quiere decir que no se pueda jugar también con ellos a otras horas.
Duración de la sesiones de juego
Los gatos se suelen cansar rápidamente. Cuando viven al aire libre tienen “explosiones de actividad”, en las que persiguen y capturan a la presa, seguidas por largos periodos de descanso. Así que para respetar su naturaleza se pueden organizar varias sesiones de juego de varios minutos de duración a lo largo del día. Aunque los gatos más activos y los más jóvenes podrían requerir más dedicación.