¿En que áreas trabaja un perro de terapia?

áreas en las que trabaja un perro de terapia

Un perro de terapia juega un papel crucial en cada sesión ya que ayuda a trabajar, junto al equipo técnico que lo acompaña, las 4 siguientes e importantes áreas:

  1. Área emocional. El perro de terapias sirve como elemento motivador para que las personas dejen aflorar sus emociones. El animal acepta sus caricias y abrazoss y ayuda a reducir su sentimiento de soledad al estar dispuesto a dar afecto sin esperar nada a cambio. El perro es un animal que ama sin condiciones, no juzga, ayuda a fortalecer la percepción que tienen los seres humanos de sí mismos y, por lo tanto, mejora su autoestima.

  2. Área cognitiva. Todas las actividades en las que participa el perro se pueden orientar a fortalecer el aprendizaje de la persona, a mejorar su atención y su capacidad de concentración. Además, se pueden realizar ejercicios orientados a la memorización, en los que los pacientes tienen que recordar, por ejemplo, el tamaño o el color del animal así como secuencias u órdenes que el perro debe realizar o seguir.

  3. Área física. En las sesiones de Terapia Asistida con Animales los usuarios participan en actividades o juegos que ayudan a mejorar su movilidad y motricidad. Todas las actividades que se preparan con este objetivo implican que la persona se desplace o realice movimientos con sus miembros superiores e inferiores. Algunos de estos ejercicios fortalecen la motricidad gruesa, como por ejemplo lanzar la pelota al perro, darle de comer o realizar paseos cortos con él, y otros fortalecen la motricidad fina al crear puzles, recortar figuras o dibujar.

  4. Área relacional. Las actividades de las terapias con animales también se orientan a mejorar el contacto social de las personas. El perro fomenta que se relacionen con su entorno; en algunos casos se convierte en el tema de conversación y facilita las relaciones interpersonales. En terapias realizadas en centros geriátricos, por ejemplo, algunas personas de la tercera edad tienen dificultades para relacionarse o hacer nuevas amistades y la presencia del perro les ayuda a superar esta barrera y encontrar un tema de conversación común y reírse con los demás.

La labor del perro es esencial en las sesiones de terapias con animales para mejorar la salud física, mental y emocional de los usuarios que participan, es el protagonista de la sesiones, junto al equipo multidisciplinar. En la Fundación Affinity creemos que el vínculo con los animales ayuda a mejorar la vida de las personas y por esto creamos nuestra causa #AnimalesQueCuran.

Conoce aquí la historia de Milú, la perrita que quería aprender a curar

 

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