Ahora que se acerca la Navidad y las fiestas están a la vuelta de la esquina, la Fundación Affinity recuerda la importancia de tener en mente las siguientes razones por las cuales un animal no debe ser considerado un regalo:
- Un perro es un ser vivo que necesita ser cuidado y eso implica una gran responsabilidad. Un perro tiene muchas necesidades que se deben cubrir; debe alimentarse correctamente, debe pasearse diariamente y, por supuesto, necesita mucho afecto. Si has pensado en regalar un cachorro o un perro adulto ¿Te has preguntado antes si la persona que recibirá el perro así como todos los miembros de su familia están preparados para esta gran responsabilidad?
- Un perro necesita mucha atención, sobre todo si es un cachorro. Un perro necesita que le enseñes las normas del hogar, que lo guíes para aprender cómo comportarse y cómo relacionarse con otros perros. La persona que se hará cargo del cuidado del animal debe tener mucha paciencia y debe tener todos los espacios adecuados para sus primeros meses de adaptación y años de entrenamiento.
- Un perro es un compañero para toda la vida. Un perro vive entre 10 y 12 años, así que debes ser consciente de que la persona a la que planeas regalar el perro establecerá una relación a largo plazo con el animal. ¿Crees que la persona está preparada? Es muy importante tenerlo en cuenta porque según el estudio “Él nunca lo haría” el 40% de los animales son abandonados por falta de tiempo, por factores económicos o porque se ha perdido interés en el animal.
- Un perro es más que un juguete para los niños: es un compañero de juegos. Según el estudio de la Fundación Affinity sobre el vínculo entre los animales y las personas, para el 46% de los niños el animal es un apoyo emocional. Si crees que es una buena opción que tu hijo reciba un perro como regalo, debes asegurarte de que está preparado para asumir esta responsabilidad. No te dejes llevar por el impulso emocional, piensa muy conscientemente que un perro no es un juguete, es un ser vivo que siente como tú.
- Los perros son animales fieles y merecen tener un hogar permanente. Antes de regalar a un perro piensa muy detenidamente si la persona a la que se lo piensas ofrecer está preparada para recibirlo. Son animales sensibles a los que los cambios de domicilio o de familia afectan mucho y que necesitan estabilidad.
- La decisión de incorporar a un perro a un hogar debe ser previamente consensuada. Regalar por sorpresa un animal de compañía es un gran riesgo para el bienestar del animal. La decisión siempre debe ser meditada y consensuada con todos los miembros de la familia entre los que caerá la responsabilidad de su cuidado.
- El perro es una responsabilidad que cambia la economía del hogar. Hay personas que, aunque disponen del tiempo y el espacio necesario para tener un perro, no se lo pueden permitir porque no están económicamente preparados. El perro no sólo necesitará comida, sino también medicinas, vacunas, desparasitación y servicios veterinarios de urgencia en caso de tener un accidente o una enfermedad. Todo esto debe estar previsto en el momento de decidir tener un animal en el hogar.
- Un perro no es un regalo ideal para un niño si no existe el acompañamiento de un adulto responsable. Un perro puede ayudar al desarrollo infantil y al aumento las capacidades sociales de los más pequeños en el futuro. Sin embargo, dependiendo de su edad podrán hacerse cargo del cuidado del animal o sólo podrán realizar pequeñas tarea cediéndole la mayor responsabilidad a un adulto. Si el padre o la madre no tiene suficiente tiempo para el cuidado del animal, es importante reflexionar para evitar un posible abandono.
Si has reflexionado y has preguntado a todos los miembros de tu familia sobre la posibilidad de incorporar un animal a tu hogar, recuerda que hay muchos animales de compañía que están en protectoras o asociaciones de animales esperando una segunda oportunidad. Puedes adoptar un animal que se adapte a tu modo de vida y a tu entorno familiar, para una relación a largo plazo.
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