Las Terapias Asistidas con Animales (TAA) ayudan a mejorar la calidad de vida de colectivos en riesgo de exclusión social, como lo son el de las personas mayores, el de los jóvenes con problemas de comportamiento y el de las personas en centros penitenciarios. Las TAA focalizan sus actividades para ayudar a estas personas a incluirse en la sociedad y fortalecer su capacidad de crear relaciones con otros.
Las terapias con animales fortalecen las relaciones interpersonales
Las terapias con perros son intervenciones dirigidas por profesionales y uno de sus objetivos es fortalecer el área social y relacional de las personas. El perro en las TAA trabaja como un catalizador social que ayuda a mejorar la comunicación; atrae la atención de las personas y se convierte en una excusa para que hablen entre ellas, comenten algo, se rían y posiblemente sigan hablando de ello el resto del día con sus familiares y otras personas de su entorno.
Por ejemplo en los centros geriátricos, los mayores tienden a aislarse de los demás, ya sea por su condición física y mental o simplemente porque han perdido el interés en relacionarse. En ese entorno, las TAA ayudan a despertar el interés y la atención, logrando que las personas se interesen por interactuar con el perro, lo cual facilita que después puedan hacerlo entre los residentes mismos. Este comportamiento se traslada para mejorar su vida familiar y generar relaciones con otras personas.
Las personas aprenden a controlar sus emociones
Las TAA también ayudan a que las personas desarrollen la capacidad de controlar sus propias emociones. Los pacientes, sesión tras sesión, aprenden a comunicarse con el perro de manera emocionalmente inteligente, con alegría y dejando el miedo e impulsividad. Las personas también desarrollan la capacidad de reconocer las emociones ajenas, en este caso las ven representadas en el perro y aprenden a comunicarse con él desde el respeto.
En terapias con animales dirigidas a internos y jóvenes en centros de reclusión, gracias al contacto humano-animal, las personas mejoran sus posibilidades de reinserción, disminuyendo comportamientos antisociales, brotes de impulsividad e incrementando la empatía y la autoestima. Los profesionales en terapias ayudan a que los internos en prisiones mejoren la expresión de las emociones y los sentimientos, aprenden a comunicarse adecuadamente con el perro de terapia, con respeto y con un tono de voz adecuado para que el animal realice su trabajo correctamente y reciba su recompensa. Esto traduce en una mejora en sus posibilidades de reinserción porque estos comportamientos con el animal pueden aplicarlos a sus relaciones sociales.
Las TAA tiene muchos más beneficios a nivel emocional, social, físico y cognitivo La presencia de perro en las terapias mejora la calidad de vida de los seres humanos, y por esto Fundación Affinity ha decidido impulsar, desde hace más de 30 años, diferentes programas de terapias en colectivos diversos.
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