Durante el año 2018 La Fundación Affinity y la Escuela Lleó XIII de Barcelona han desarrollado el Programa de Educación Asistida con perros “Respétame”. Se trata de un programa muy importante porque el foco principal se ha centrado en el respeto y prevención del bullying o acoso escolar y es el primer programa que se realiza en horario lectivo.
La Escuela Lleó XIII es un centro educativo de alta complejidad. Se trata de un centro inclusivo con muchos retos en el que conviven diversas tipologías de alumnos. Algunos tienen dificultades de aprendizaje, otros participan activamente en la danza, la música o el deporte de alta competición, otros son alumnos recién llegados y otros siguen un currículo ordinario.
Este contexto educativo ha sido el escenario donde se ha aplicado un programa de Intervención Asistida con Animales (IAA) donde las actividades con perros de terapias han ayudado a favorecer una cultura de respeto, cooperación y valoración de las diferencias. Por lo tanto, uno de los retos principales ha sido ofrecer una respuesta a las dificultades de convivencia en una comunidad educativa diversa y compleja.
Objetivos del programa
Durante las actividades con los perros de terapias se ha buscado trabajar el lenguaje corporal y verbal, la expresión de emociones, las relaciones igualitarias, las consecuencias en las relaciones violentas, la agresividad, la aceptación y la riqueza de las diferencias, la comunicación asertiva, la colaboración, el respeto hacia el otro y hacia uno mismo, la empatía, la autoimagen, la autoestima y la empatía.
Debido al éxito de la primera edición, el programa continúa este nuevo curso 2018-2019.
Como comenta Maribel Vila, responsable de los Programas de Terapias Asistidas de la Fundación Affinity “En el programa se utilizan muchos perros diferentes, algunos de raza, otros mestizos, grandes y pequeños, algunos más rápidos en aprender otros más lentos. Durante el programa los chicos aprenden que TODOS tienen puntos fuertes y débiles, todos son buenos en algo. De esta manera trabajamos las diferencias. Todo el programa se trabaja en positivo, los chicos aprenden que no hace falta gritar, presionar o enfadarse para conseguir que los ejercicios salgan. De esta manera se puede trasladar luego al plano personal”.
