Hoy queremos contaros una nueva historia de adopción, esta es la historia de Julio y Nano. Julio es un chico muy comprometido con el bienestar animal ya que durante un tiempo fue voluntario en un refugio, y Nano es un perro pequeño, lleno de energía, que tuvo la oportunidad de vivir en un hogar en el que hoy recibe mucho amor y cariño. La historia de Julio y Nano nos emociona porque es una historia de adopción feliz.
Un día Julio decidió buscar un perro en adopción y darle la oportunidad de vivir con una familia, quería abrir las puertas de su hogar a un perro que viviera en una protectora. Julio es partidario de la adopción, sobre la opción de comprar un animal de compañía, gracias a su experiencia como voluntario en un refugio y sabe muy bien lo que viven día a día los animales perdidos o abandonados.
Para encontrar al nuevo miembro de su familia, Julio buscó inicialmente en la protectora en la que fue voluntario y en otras que ya conocía muy de cerca. Después de hacer varias búsquedas llegó a la plataforma de adopción Miwuki y se sorprendió al encontrar tantos animales rescatados por diferentes protectoras. Allí podría buscar a su animal de compañía perfecto y filtrar de acuerdo a las características que quería encontrar. Así fue como encontró a Nano, un cruce de caniche, muy activo y juguetón.
Nano se adaptó estupendamente a la vida en su nuevo hogar desde el primer día. Le encanta dar largos paseos junto con su familia, corre, salta y juega incansablemente con la pelota. Al llegar a casa lo que más le gusta es acostarse en el sofá junto con Julio. Nano es un gran dormilón, pero a la hora de jugar no da tregua. En su nuevo hogar todos están encantados con él, les ha llenado de alegría, ya es uno más de la familia.
Esta historia nos llena de satisfacción porque es la experiencia de alguien que ha sido voluntario en un refugio y sabe que hay muchos animales sin hogar que necesitan cariño. Esperamos que esta historia inspire a muchas familias a seguir sus pasos y adoptar animales en situación de abandono que están dispuestos a dar todo su afecto a las familias que los acogen. ¿Qué esperas para decidirte a adoptar?