Juguetes para juegos sociales
En la elección de los juguetes para tu gato no puedes olvidarte de aquellos en que podéis jugar los dos. Aunque es cierto que para jugar con tu gato puedes reutilizar muchos juguetes que sirven también para el juego solitario, como pelotas y ratones, puedes recurrir también a juguetes específicos para el juego social, como los de tipo caña de pescar que se componen de una varita, un cordel y un juguete o una pluma colgando de una extremidad. Los puedes encontrar en cualquier tienda de animales, pero también es fácil crear tus propias versiones caseras.
Sea cual sea el juguete utilizado para el juego social es importante seguir algunas reglas básicas para que sea divertido para el animal:
- Mover el juguete en suelo, alejándolo del gato en línea recta en lugar de en zigzag (Ellis et al., 2013), cambiando de velocidad y escondiéndolo detrás de algún obstáculo para que desaparezca de la vista del gato. No hay que golpear al gato con el juguete ni moverlo delante de su hocico. También se puede mover el juguete en el aire simulando el vuelo de un pájaro o de un insecto, pero recuerda parar el vuelo del juguete de vez en cuando, pues a menudo los gatos esperan que su presa se pare un momento en el suelo o en la pared para lanzar su ataque.
- Dejar que el gato atrape el juguete y disfrute de su habilidad de cazador varias veces durante una misma sesión. Cuando atrape el juguete, deja que se entretenga con él durante algunos segundos antes de que la presa escape otra vez.
- Reducir la intensidad del juego de forma progresiva a medida que se acaba la sesión para que el gato se vaya relajando.
- Terminar la sesión en una de las ocasiones en las que el gato atrapa su presa.
- Cuando acaba la sesión, darle un trocito de comida o la ración que le toca y retirar el juguete. En la naturaleza, la captura de la presa se celebra con una comida.
- Guardar el juguete fuera del alcance del gato hasta la próxima sesión de juego.
Hay que destacar que un gato puede dejar de jugar con su propietario si la sesión de juego no se organiza de forma adecuada. Al fin y al cabo, si el juego no es divertido, ¿para qué jugar?