Princess y Rey, perros que cambian vidas
Poco podía imaginar Miguel cuando entró en el Centro Penitenciario de Valdemoro Madrid que iba a conocer a una pareja que le cambiaría la vida. Princess y Rey, dos perros colaboradores del Programa de Terapias Asistidas con Animales de la Fundación Affinity, le ayudaron a rehacer su vida como a otros internos. ¿Quieres conocer su historia?
Encuentro en la protectora
Estuvimos buscando candidatos para el programa de perros residenciales en las prisiones y Princess fue el primer perro que seleccionamos. Visitamos el CAAD Maresme (en Argentona, Barcelona) una protectora grande con numerosos perros, y allí, en el patio, encontramos a Princess entre los muchos perros que disfrutaban del cálido sol de primavera.
En colaboración con los responsables de la protectora confeccionamos una lista de posibles candidatos teniendo en cuenta aspectos importantes como el sexo, tamaño, edad y sobre todo el carácter del perro que mejor pudiera encajar en el centro penitenciario.
Caminando por el refugio e intentado localizar a los posibles candidatos nos fijamos en Princess, una perrita de tamaño mediado que nos llamó la atención. Sus ojos transmitían confianza al igual que su presencia. Parecía tranquila pero no temerosa y con ganas de conocernos, por tanto todavía tenía curiosidad y ganas de relacionarse con los humanos. Sin dudarlo decidimos que Princess podía sería una buena candidata aunque todavía quedaba un largo trecho antes de decidir que la perrita podría viajar a Madrid. Antes debería convivir un tiempo con nosotras y nuestros perros y comprobar que Princess era el perro ideal.
A pesar de que todos los perros que entran en las cárceles se esterilizan, normalmente buscamos parejas macho/hembra para crear un equilibrio natural. Así que ahora que ya teníamos la hembra nos faltaba un compañero de vida. Encontramos el que supusimos el compañero perfecto para Princess: ¡un perro con el sorprendente nombre de Rey!
Lo primero que nos cautivó de él Rey fue su carácter despierto y sobre todo lo social que se mostró desde el primer momento . También nos conquistó su imponente presencia y sus ojos marrones que miraban atentos y con interés el mundo. Rey es un perro que disfruta de la gente y de la vida en general y eso, inclusive en la protectora, por eso nos fijamos y destacó entre otros.
El período de pruebas
Es importante destacar que los comportamientos de los perros pueden cambiar fuera de la protectora ya que dentro están sometidos a mucho estrés y a veces muchos animales inhiben aspectos importantes de su personalidad que una vez fuera y con el paso de los días empiezan a aparecer, de allí que sea tan importante poder valorar a los animales fuera de los refugios.
Tanto a Princess como a Rey nos los llevamos a casa y empezamos el periodo de pruebas. Este periodo debe durar varios días o semanas y la idea es exponer al animal a la vida familiar y a toda una serie de situaciones para valorar su respuesta y descartar comportamientos agresivos o miedos excesivos.
El primer paso fue exponer a los perros a otros perros, en nuestro caso los animales que viven y forman parte de la familia. Tanto Princess como Rey fueron aceptados inmediatamente y ninguno de los dos mostró actitudes nerviosas o tendencias agresivas por su parte.
Asimismo ambos animales salieron a la calle. Especialmente Princess mostraba curiosidad por el entorno pero sin estar nerviosa o excitada. Su carácter dócil y aspecto tierno despertaban atenciones por parte de las personas y eso siempre es un aspecto positivo.
Otro paso fue exponer a los animales a lugares ruidosos, a tráfico, manejos por parte de diferentes personas, en parques con otros perros, con personas mayores, personas con uniforme, bebés, bicicletas, patinetes y otros perros en la calle.
El último paso fue comprobar que ambos perros sintonizaban y podían llevarse bien ya que pasarían el resto de su vida juntos. La realidad es que los dos animales encajaron desde el minuto uno y consideramos a Princess y Rey los animales ideales para vivir en el Centro Penitenciario de Valdemoro.
¿Por qué hacer todas estas pruebas si al final su destino era vivir en el Centro de Valdemoro de Madrid, una cárcel de hombres?
La respuesta es que cuando pruebas a un perro, lo que quieres es tener toda la información posible. No sería suficiente decir que, como no hay niños pequeños en la prisión no importa si tiene o no miedo a ellos.
De hecho, la cautela hacia los niños pequeños debería de tomarse como una señal de miedo intrínseco que podría manifestarse de otra manera posteriormente. Así que todo debe ser probado y tanto Princess como Rey lo hicieron bien, superando sin problemas todos los estímulos y situaciones a pesar de que se detecto que Princess no era tan atrevida como Rey e incluso en algunos momentos podía parecer tímida todo y tener un carácter equilibrado.
Sólo teníamos un pero: los dos perros tenían un aspecto bastante similar. Esto podría haber sido un punto en contra, ya que normalmente se intenta elegir perros con algunas diferencias físicas. La razón es que la disparidad en cuanto al tamaño y coloración de los perros pueden asegurar la variedad en el programa.
La vida dentro de la cárcel es monótona y rutinaria, y tener dos perros con diferencias físicas puede beneficiar al programa dado que proporcionan más temas para la conversación o para los ejercicios de las IAA.
El viaje hacia un nuevo hogar
Las preparaciones para acoger a Princess y Rey en la Cárcel de Valdemoro Madrid ya estaban en marcha desde hacía meses. Pedimos el material que se iba a necesitar para el bienestar de los perros: las camas, las casetas, collares y correas, comida, juguetes... todo lo que un perro necesita para estar cómodo y relajado en un entorno nuevo. Este material tuvo que estar en su lugar antes de su llegada, y el hecho de enviarlo antes también ayudó a crear expectativas de los internos elegidos para el cuidado de los perros.
El viaje en coche a Madrid fue muy divertido y sin incidentes. Una vez en la ciudad, compartimos una habitación de hotel con los dos perros. Al principio fue un poco difícil, ya que Rey se adueñó de la cama con su energía habitual. Por su lado, Princess, fiel a su nombre y carácter, pasó la noche durmiendo en el suelo con tranquilidad.
Un día muy esperado en el CP Valdemoro
El 17 de Mayo de 2011 Princess y Rey llegaron a su nuevo hogar, el Centro Penitenciario de Valdemoro Madrid, acondicionado para la comodidad y bienestar de los perros. Un sol y una luna distinguían las casetas construidas para que durmieran, pero la verdad es que nunca las ocuparon. Desde su llegada ambos duermen juntos aunque algunas veces es en el sol y otras en la luna.
Ese día nos preparamos para el gran evento: la introducción de los perros a la gente de la prisión. Y vaya presentación, ¡los internos estaban tan emocionados que era como si hubiese llegado la Navidad en verano! Por eso, no nos extrañó que los perros sintonizaran con el ambiente festivo con tanta facilidad. Corrieron y corrieron en círculos y excitados y contentos en su nueva casa.
Mientras, los chicos iban conociendo a Princess y Rey, tuvimos que asegurarnos del estado de lo que iba a ser su hogar dentro de la prisión. Nos quedamos abrumadas al ver el nivel de cuidado y creatividad que habían puesto en ello. Todo el material que había sido enviado con anterioridad estaba cuidadosamente puesto en su lugar para garantizar la comodidad y el bienestar de los perros. Se notaba que Princess y Rey marcarían una nueva etapa en la vida de las personas que iban a estar en contacto con ellos.
Una vez pasada la oleada inicial de presentaciones, los internos comenzaron a comentar el carácter de los perros. Era curioso ver como notaban las diferencias entre ellos de inmediato y a responder a los perros de acuerdo con sus personalidades individuales. Desde el principio Princess despertó el lado tierno de los internos y la reacción general fue la de protegerla. Reconocieron que tenía un carácter más tímido que Rey, mientras que él se destacaba por ser más atrevido y vigoroso
La educación canina con refuerzo positivo y la práctica en la pista de Agility ayudaron a Princess a superar lo que ellos reconocieron como timidez. Estamos seguros que si hubiéramos elegido ambos perros con caracteres atrevidos y muy robustos, los internos tendrían una sola respuesta hacía los perros. Tal como ha salido y gracias a sus caracteres diferentes se ha logrado un equilibrio ideal.
Al final Princess nos ha demostrado ser el yin complementario a la dinámica de yang, que representaba Rey. Es notable ver como se complementan entre ellos y como este equilibrio les ha ayudado a crear un programa rico en diversidad y energía.
Días de paseos junto al río
En la actualidad, Rey y Princess gozan de una vida muy cómoda y feliz. Su educadora de referencia y, la persona que siempre está pendiente de las necesidades así como del bienestar de los perros, los saca todos los viernes al río acompañada de varios internos. Para asegurarse que podrían salir todas las semanas compraron un coche antiguo y que utilizan sólo para los perros.
Cada semana, Princess y Rey disfrutan, sea cual sea la estación del año, de toda una mañana de un paseo, persiguiendo conejos y bañándose en el río. Además se encuentran con otros perros y eso hace que su vida sea más enriquecida y sociable.
Debido al interés de varios internos por correr compramos Fundación Affinity facilitó unos arneses de tiro para que pudieran practicar cómodamente este deporte con ellos en la pista de atletismo. También visitan a menudo a su veterinario de referencia, que los conoce bien, y reciben visitas de otros adiestradores y etólogos.