¿Sabías que... los gatos pueden ser alérgicos a nosotros?
De la alergia a los gatos todos hemos escuchado hablar alguna vez, pero también ellos pueden ser alérgicos a nosotros. Los felinos tienen una naturaleza salvaje, la que también les hace especialmente vulnerables a algunas enfermedades, entre ellas las alergias, cuyos síntomas pueden ser estornudos, tos, dificultades respiratorias o picores intensos y persistentes.
El gas de las cocinas, los sistemas de calefacción, los perfumes, la caspa, el polvo y hasta el humo del cigarro, que convierte a tu gato en un fumador pasivo, son algunas de las causas que suelen provocar inflamaciones en sus vías respiratorias y que pueden derivar en asma felina, una enfermedad que según estudios actuales va en aumento.
¿Cómo evitar estas alergias?
La prevención es muy importante en el paciente predispuesto a padecer asma felina. Para ello hay que tratar de identificar y controlar esos agentes o estímulos disparadores, y si éstos coinciden con situaciones de estrés o estacionalidad.
Los gatos que viven confinados en ambientes cerrados necesitan tanto una buena ventilación como una periódica y profunda limpieza ambiental para evitar la acumulación de polvo en alfombras, camas, cortinas, etc. En algunos casos también es necesario tener en cuenta la alergia alimentaria como fuente de alérgenos respiratorios.