Mi primer perro llegó cuando cumplí la mayoría de edad. En ese momento mi meta era ser veterinaria. Con él aprendí a cuidar de los animales y deseé seguir formándome. Si no llega a ser por él, mi vida actual no existiría y yo no sería la persona que soy. Tanto mi perro como mis gatitos me aportan y me enseñan a ser mejor persona cada día. Les debo todo mi ser. Ellos hacen que no me rinda, les amo.