Mi perro Odin, mi compañero de piso, independiente. De Odin, he aprendido el amor por la naturaleza, cuando se para en mitad de un paseo y justo haces lo mismo y ahí llega esa brisa de aire fresco que te recarga de energía, o ese rayito de sol, que calienta todo tu cuerpo. He aprendido a relajarme, a disfrutar de nuestros paseos, tranquilidad, calma y amor. Ese es mi Odin, siempre a mi lado. Por eso le amo, por enseñarme tan valiosa lección.