Las personas mayores que viven en residencias o geriátricos sufren algunos problemas sociales y de salud, ya que a menudo no se sienten queridas, les cuesta comunicarse con otras personas, y acaban teniendo una sensación de soledad, aislamiento y poca estimulación mental.
Diversos estudios de los últimos 30 años han demostrado que la presencia de un animal de compañía puede ser beneficiosa, en muchos sentidos, para las personas mayores que viven en una residencia, al igual que para aquellas que viven solas.
Pepita nos cuenta su experiencia de este programa de terapias en el siguiente contenido:"Los perros tienen un don que nos hace estar bien con ellos".
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