¿Cómo actuar cuando se va a casa de un conocido que tiene perro o gato?
Casi la mitad de los hogares españoles conviven con un perro o un gato. Seguro que algún amigo, familiar o conocido tiene animales en casa y te gustaría saber cuál es la mejor manera de tratar con ellos, sobre todo en el primer contacto.
Gestos que no entienden y que pueden resultarles amenazantes
Algunas mascotas se pueden encontrar amenazadas o intimidadas por algunos comportamientos que las personas realizan habitualmente durante el ritual de saludo, como por ejemplo mirar fijamente a los ojos. En esta situación algunas mascotas pueden simplemente mantenerse alejadas, pero otras pueden intentar apartar al intruso de una forma más activa. Así que será mejor que no le mires fijamente como si estuvieras utilizando el poder de tu mente porque podría malinterpretarte.
Otros comportamientos que pueden resultar amenazantes son acercarse directamente, perseguirle para acariciarle, agacharte encima de él, acercar una mano para que la huela (incluso si está llena de premios). Cuando encuentras por primera vez a un perro o un gato, es preferible que mantengas una actitud pasiva y dejes que el animal se tome su tiempo. Si te tienes que acercar es mejor que el acercamiento no sea directo, que tus movimientos sean relajados y previsibles y haya espacio suficiente para que el animal pueda alejarse si todavía no se fía de ti.
Si quieres ayudarte con comida o con un juguete para que se acostumbre a tu presencia, es preferible tirarlos lejos de donde estás tú. No los utilices para llamar su atención y reducir la distancia contigo: si todavía no está relajado en tu presencia, se podría encontrar a una distancia demasiado corta y que todavía no está listo para tolerar. En esta situación es más fácil que por un gesto mal interpretado el animal reaccione con miedo intenso o agresividad.
Tips #1. Deja que tome él la iniciativa de acercarse a ti y respeta su espacio.
Preguntar antes de acariciar
En general a los gatos no les suelen gustar las caricias en la barriga, la cola y las patas, sin embargo algunos se vuelven súper cariñosos si les acaricias debajo del mentón y delante y detrás de las orejas. Con los perros desconocidos es aconsejable evitar las caricias encima de la cabeza, cuello y hombros o rascarle la barriga cuando están tumbados panza arriba: es preferible acercar la mano desde abajo (en lugar que desde arriba) y acariciar debajo del mentón y del cuello, en el pecho y en las costillas. Pero recuerda que cada individuo tiene sus preferencias y hay incluso animales que no quieren ser acariciados en ningún sitio.
Si finalmente te has arrancado y estás acariciando al perro o al gato como nunca recuerda que las caricias deben ser suaves. No le abraces como a un familiar, cuidado con colocar la cabeza junto a la suya y no le hagas “bromas pesadas” que no tienen gracia para el animal como tirarle de una oreja o de la cola.
Tips #2. Antes de acariciar, pregunta al propietario de la mascota. Él es el que mejor la conoce y sabrá aconsejarte.
Atención a su comportamiento
El lenguaje corporal del perro o del gato ayuda a averiguar si la mascota disfruta de tu compañía o preferiría estar sola. Algunas señales de “no me toques” son muy claras, otras lo son menos. Así pues es fácil interpretar que un perro que enseña los dientes, gruñe, se abalanza o hace el intento de morder no quiere que le toquen. Sin embargo, hay señales más sutiles que también indican que el perro no está listo para interaccionar contigo o no está totalmente relajado: por ejemplo, no se acerca, se aparta de ti, se lame el hocico, bosteza, aparta la mirada, levanta una pata delantera, se agacha, pone la cola entre las piernas, se tumba boca arriba, te mira de reojo, está inmóvil y tenso, te mira fijamente. Un perro relajado y que quiere saludarte o conocerte mejor puede mostrar un movimiento de la cola amplio y relajado o tener la cola colgando y sin tensión, su cuerpo no muestra rigidez, la boca puede estar abierta, se acerca sin tensión y puede buscar activamente el contacto físico, por ejemplo empujándote con el hocico.
En el caso de los gatos, si el gato está agachado y te mira fijamente con las pupilas dilatadas, intenta esconderse o apartarse o bufa, te está enviando señales claras de que no está listo para estar contigo. Incluso cuando ya has hecho migas con el gato, presta atención a las señales que indican que ya se ha cansado del contacto: así que cuidado si de repente se vuelve tenso y empieza a mover la cola como si fuera un látigo. Déjale tiempo y espacio para que se relaje. Un gato relajado e interesado en conocerte llamará tu atención olisqueándote, dándote golpecitos suaves con la cabeza, maullando suavemente o ronroneando, o restregándose contra tu pierna o mano. Su cola puede estar totalmente hacia arriba pero incluso una cola horizontal y relajada es buena señal.
Tips #3. El lenguaje corporal del perro o del gato ayuda a averiguar si la mascota disfruta de tu compañía o preferiría estar sola. Algunas señales de “no me toques” son muy claras, otras lo son menos.
Cada propietario con su librillo
Cada propietario tiene sus normas y posiblemente le cueste cierto trabajo establecerlas. Lo sensato sería que las respetaras también. Si el dueño no le da comida tampoco lo hagas tú y si no te saluda efusivamente saltando encima tuyo no te culpes, seguramente el dueño le enseñó un ritual de saludo específico. Así que antes de hacer algo que podría confundir a la mascota sobre el comportamiento que debería tener, pregunta a su propietario.
Tips #4. Si el dueño no le da comida tampoco lo hagas tú.
Si puedes colaborar, colabora
Algunas mascotas no llevan bien el hecho de que lleguen desconocidos a su casa y pueden mostrar una actitud hostil. Muchos propietarios, conscientes del problema, ya han pedido ayuda a un profesional y su mascota ya ha empezado un programa de modificación de conducta. Si por casualidad te encuentras en el medio de este proceso, escucha bien las indicaciones que te dará su propietario y síguelas: tu ayuda puede ser preciosa.
Tips #5. Escucha bien las indicaciones que te dará su propietario y síguelas: tu ayuda puede ser preciosa.
Si tienes miedo
Algunas personas no se encuentran a gusto en presencia de perros y gatos o en presencia de algunas mascotas en concreto. Si este es tu caso, avisa con tiempo al propietario de la mascota: podrá colocarla en otra parte de la casa y dejarle cosas entretenidas que hacer durante tu visita. Y si esto no fuera posible, siempre podéis quedar en otro lugar. No hay necesidad de forzar situaciones.
Si tienes niños pequeños
Si el plan es ir a casa de alguien que tiene mascota y te vas a llevar niños pequeños, avisa. Algunos animales no están relajados en presencia de niños pequeños e incluso cuando conviven con niños, no siempre se llevan bien con niños desconocidos. Así que es mejor prestar especial atención a la situación y proteger tanto a los niños como a las mascotas de posibles accidentes.
Como has podido comprobar, estos consejos están pensados sobre todo para aquellos que realizan el encuentro por primera vez y te servirán siempre que acudas a un hogar con animales. Esperamos que te hayan servido de ayuda y si te animas, tu casa podrá ser el próximo lugar al que vengan amigos a conocer a un animal.