Primera noche de mi gatito en casa

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Una zona segura

Prepara una habitación tranquila para el gato (lo ideal es una habitación poco transitada, como un dormitorio para los invitados) y coloca allí todas sus cosas antes de que llegue: un comedero, un bebedero, una bandeja de arena, un rascador, varios escondites, una camita y algunos juguetes.

Deberías respetar cierta distancia entre algunos de estos objetos. La bandeja de arena, por ejemplo, debería estar lo más alejado posible de la zona de alimentación y de descanso (p.ej. en los lados opuestos de la habitación), mientras que el bebedero mejor que esté un poco separado del comedero: aunque se vendan comederos con bebederos incorporados, los gatos beben más si el bebedero está a parte.

Si fuera posible, algunos de estos objetos deberían proceder del sitio donde el gato vivía antes de llegar a tu casa: un olor conocido en un ambiente totalmente nuevo puede ayudarle en esta fase de adaptación. Ten en cuenta que para los gatos detectar sus marcas olfativas en el ambiente tiene un efecto tranquilizante, así que además de llevarte algunas de sus viejas cosas, puedes frotar un trapo limpio encima del gato, sobre todo en la cara (entre la boca y la base de las orejas) y en el flanco. Este trapo se puede luego utilizar para transferir el olor del gato en los muebles de la habitación, sobre todo a la altura de la nariz del gato.

También puede ser útil colocar un difusor de feromonas de familiarización felina en la habitación desde el día anterior a la llegada del gato. Las misma feromonas en formato espray también se pueden pulverizar encima de su camita o en el interior de sus escondites.

Mientras preparas la habitación recuerda que los escondites son una parte muy importante del entorno del gato y si están bien colocados le ayudarán a familiarizarse antes con su nuevo ambiente. Pueden ser cajas de cartón, bolsas de papel, casitas para gatos o incluso túneles. Estos últimos son especialmente importantes ya que no sólo ofrecen refugio sino que también permiten al gato desplazarse en su nuevo ambiente de una forma protegida.

Los túneles se pueden comprar en tiendas de animales o se pueden crear versiones caseras de estas estrucutras juntando cajas de cartón o bolsas de papel oportunamente recortadas. Para crear recorridos seguros también se puede recurrir a la misma disposición de los muebles de la habitación: así pues el espacio entre el sofá y la pared o el espacio debajo de la cama puede permitir que el gato se desplace de manera segura de un punto a otro de la habitación. Túneles y caminos seguros deberían conectar los escondites del gato con sus recursos principales, como el comedero y la bandeja de eliminación.

Coloca algunos de los escondites del gato a cierta altura del suelo: los gatos asustados a menudo intentan refugiarse en lugares altos.

¡Llega el gato!

Cuando por fin entres en casa con el gato en el transportín, llévalo a su habitación, abre el transportín y deja que el gato decida cuando salir a explorar. No lo fuerces a salir y si ves que está más tranquilo a solas, dejalo que explore la habitación a su ritmo. Algunos gatos saldrán enseguida y se pondrán a explorar; otros buscarán un escondite para relajarse antes de empezar la exploración.

Deja el transportín abierto en el espacio del gato: será un escondite más a su disposición.

El hecho de poderse ensconder ayuda el gato a gestionar mejor el estrés (Carlstead, 1993). Si ves que se ha buscado un escondite no lo saques de allí.

Hora de comer

Al llegar a su nueva vivienda algunos gatos preferirán pasarse el día escondidos, rechazarán la comida y no utilizarán la bandeja. En muchos casos lo mejor es ponerle su comida habitual además de pequeñas cantidades de comida húmeda cerca de donde se han escondido y dejarlos solos. Periódicamente controlarás si ha comido y renovarás la comida para que siempre sea fresca y apetitosa. Algunos gatos podrían llegar a no comer durante un día entero, pero si el gato sigue sin comer el segundo día es preferible contactar con tu veterinario de confianza para que te diga cómo gestionar la situación.

Para conocer exactamente el consumo de alimento del gato puede ser importante pesar tanto el pienso como la comida húmeda que se le administra cada día.

El resto de la casa

Cuando llegue a su nueva casa lo mejor es que el gato tenga acceso sólo a la habitación que le has preparado, al menos hasta que esté perfectamente relajado. Puede tardar pocas horas o incluso algunos días. Cuando veas que ya está tranquilo y se mueve con soltura en su nuevo espacio deja que explore otras partes de la casa. Si la vivienda es muy grande puedes dejar que la explore de forma progresiva, habitación por habitación, siempre teniendo a disposición el acceso a su habitación inicial. De esta manera las novedades de su nuevo ambiente no serán tan abrumadoras y habrá menos riesgo de que decida esconderse en algún lugar insospechado de la casa. Cuando llegues a esta fase puede ser útil colocar difusores de feromonas en el resto de la casa.

Hasta que no esté preparado para explorar el resto de la casa asegúrate de cerrar bien la puerta de la habitación del gato.

La interacción con el gato

No todos los gatos están listos para que las personas lo acaricien y lo manipulen desde el primer momento. De hecho algunos ni estarán listos para tener a nadie cerca. Respetar esta necesidad de espacio ayudará a empezar bien la relación, pero esto no quiere decir que no puedas intentar interactuar con él.

Puedes entrar a su habitación, sentarte y esperar su reacción o utilizar un juguete, tipo caña de pescar, para estimular su interés, también puedes ofrecerle comida de la mano. Si ves que el gato se acerca para explorarte deja que te huela pero no intentes tocarlo, a no ser que sea el mismo el que empiece a frotarse contra tu mano.

Si no lo puedes tocar en estos primeros días no te preocupes, ya habrá tiempo para ello más adelante, cuando su comportamiento se haya normalizado.

Los otros miembros de la familia

Si en la familia hubiera varias personas deseosas de conocer al recién llegado recuerda que lo ideal es hacer las cosas de forma gradual. Estas personas pueden ingresar de una en una a la habitación para que el gato se vaya familiarizando con ellas, pero si lo ves muy tenso posterga esas presentaciones.

La adaptación del gato a su nueva vivienda puede ser algo más compleja si en la casa hay niños pequeños u otros animales de compañía. En este caso consulta nuestras secciones sobre cómo hacer las presentaciones para que la relación entre tu nueva mascota y los otros miembros de la familia empiece con buen pie.

¿Y si tienes jardín?

Hasta que no se haya acostumbrado a su nuevo hogar y a toda la familia es preferible que el gato no explore el exterior. Por eso, debes asegurarte de dejar siempre bien cerradas las puertas y ventanas de acceso al jardín. Cuando se haya adaptado ya será el momento de decidir si tendrá acceso al jardín o no.

Si decides hacerlo de forma gradual, al principio puedes supervisarlo y dejar que esté fuera durante poco tiempo. También puedes tener a mano estímulos que llamen su atención, por ejemplo, una comida muy apetitosa o un juguete que le guste. Estos estímulos se pueden utilizar para enseñarle a acudir a la llamada, pero ten en cuenta que el ejercicio de la llamada se debería enseñar primero dentro de la casa y luego hacerlo en el jardín.

Es fundamental que antes de dejar que salga al exterior te asegures de que tenga las vacunas y desparasitaciones al día y que esté identificado mediante microchip, porque si el gato se pierde te será de mucha ayuda para encontrarlo. Como también lo será ponerle un collar con una pequeña placa de identificación que lleve grabado tu número de teléfono.

Identifica los puntos de entrada y salida al jardín y bloquéalos para evitar que tu gato salga y que los gatos de los vecinos entren. Sin embargo, es bastante difícil bloquear del todo los desplazamientos de estos trepadores tan ágiles.

Bibliografía y webgrafía

  • Carlstead, K., Brown, J. L., Strawn, W., 1993. Behavioural and physiological correlates of stress in laboratory cats. Applied Animal Behaviour Science 38, 143–158. Fatjó, J., 2010. Manejo del estrés agudo. Instituto de Veterinaria Aplicada – www.inveta.org, 1-2. http://icatcare.org/advice/keeping-your-cat-happy/moving-house-your-cat