Los perros, principal fuente de apoyo para personas en situación de calle
Un estudio reciente, realizado en colaboración entre nuestra Cátedra Fundación Affinity "Animales y Salud" de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA), ha puesto en evidencia el papel esencial que los perros juegan en la vida de las personas en situación de calle. Según los resultados, el 74% de los participantes consideran a sus animales de compañía como su principal fuente de apoyo social.
Un refugio en los perros
Aquellos que han perdido su hogar viven una situación extremadamente vulnerable. No solo enfrentan la falta de un techo, sino también el aislamiento social, la incertidumbre y la lucha diaria por satisfacer necesidades básicas. En este contexto, el vínculo que se establece con los perros resulta ser un pilar emocional fundamental: no solo ofrecen compañía, sino que proporcionan estabilidad emocional y ayudan a sobrellevar las adversidades diarias.
Los beneficios de convivir con un perro no son exclusivos de las personas en situación de calle. Otros estudios y programas de Terapias Asistidas con Animales han demostrado que el vínculo con los perros mejora el bienestar emocional, cognitivo y social de diversas poblaciones, incluidas aquellas que sufren vulnerabilidad social, violencia de género o exclusión. Sin embargo, en el caso de las personas sin hogar, este vínculo adquiere un significado aún más profundo y vital.
¿Por qué son tan importantes los perros para las personas sin hogar?
Hay muchas razones. En primer lugar, los perros siempre están ahí para compartir tiempo y realizar actividades conjuntas, lo que refuerza el lazo afectivo. Además, su presencia constante combate el sentimiento de soledad, algo que afecta a gran parte de las personas sin hogar. Los perros se convierten en confidentes, proporcionando una relación de confianza y afecto que es difícil de encontrar en las condiciones de vida en la calle. El contacto físico, a través de caricias y muestras de cariño, también juega un papel muy importante, ya que ofrece el consuelo y calidez que no encuentran en otros lugares.
Además, el hecho de cuidar a un perro conlleva una responsabilidad diaria que otorga sentido y propósito. Para una persona en situación de exclusión, saber que otro ser depende de ellos puede ser un motor para seguir adelante, sentir que son útiles y que su vida tiene un impacto positivo en otro ser.
El Impacto en la Salud Mental y Social
Las personas en situación de sin techo presentan una red social comprometida, tanto desde un punto de vista cuantitativo como cualitativo. Aquellas personas que viven en la calle y que disponen de un mayor apoyo social muestran una mejor salud emocional y presentan menos síntomas de depresión, menos ideación suicida y un mayor comportamiento prosocial.
Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity "Animales y Salud" de la UAB
Esto confirma que el apoyo social, en este caso brindado por los perros, tiene un impacto directo en la salud mental de las personas sin hogar. Aquellos con una red social más fuerte —que incluye la relación con su animal— tienden a tener mejor salud emocional y mayores capacidades para enfrentar los retos que supone la vida en la calle.
Un vínculo para toda la vida
En resumen, el vínculo entre las personas sin hogar y sus animales de compañía es mucho más que una simple compañía. Estos perros representan una fuente vital de apoyo emocional, ayudando a sus dueños a enfrentar la soledad, el estrés y la incertidumbre. En una vida llena de dificultades, este vínculo se convierte en un salvavidas emocional, ofreciendo cariño, responsabilidad y un propósito renovado para quienes más lo necesitan.
Estudio Apoyo Social
Estudio sobre el apoyo social de los animales de compañía para las personas sin hogar