En muchas ocasiones se ha sugerido que el vínculo que puede formarse entre un gato y una persona es menos intenso y, en cualquier caso, menos emocional que el que se establece con un perro.
Sin embargo, no existen estudios rigurosos sobre nuestra relación con los gatos, ni en el nuestro ni en otros países. Por ello, y tras dedicar los últimos 3 años al estudio de la relación entre las personas y sus perros, hemos decidido ahora centrar nuestra atención en el gato.
Creemos que el gato es un fantástico pero desconocido compañero de vida.