La agresividad por intolerancia a los arrumacos (llamada también agresividad por irritación o inducida por las caricias) es una de las quejas más frecuentes entre propietarios de gato.
Aquellos que la manifiestan más a menudo son gatos que poseen un temperamento nervioso. Sin embargo, también les ocurre a aquellos gatos que no han sido acostumbrados desde pequeños al contacto físico con las personas. Estos felinos suelen aceptar con dificultad el hecho de ser cogidos en brazos y acariciados y lo mismo ocurre con los gatos que han tenido malas experiencias relacionadas con el contacto, sea porque han sido castigados físicamente o porque han sido manipulado de una forma incorrecta (Curtis, 2008) que ha provocado que el animal tenga una asociación negativa entre el propietario y la manipulación física.
En el siguiente artículo: ¡Ya tengo suficientes caricias! En 4 señales. Te explicamos, a través de una ilustración, las razones de la intolerancia de nuestros gatit@s a las caricias y cómo reconocer estas señales de alarma para tener una relación armoniosa.
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