La historia de adopción de Drunk y Dumbo te puede servir como inspiración si quieres adoptar un animal de compañía. Gabriela y José, los adoptantes de Drunk y Dumbo, han valorado muy bien todas las opciones, antes de estar completamente convencidos de adoptar. Han sido conscientes de que se establece una relación a largo plazo con el animal de compañía y, que más allá de lo emocional, se debe escoger a conciencia un animal que se adapte al espacio y la forma de vida del adoptante.
Gabriela adopta a Drunk, un perro que encuentra una gran familia
Un día Gabriela decidió adoptar un animal de compañía. Organizó todos los detalles para estar preparada y poder adoptar responsablemente. Primero decidió mudarse de un pequeño apartamento a una casa más grande, con suficiente espacio de juego y descanso. También analizó bien qué tipo de animal podría adaptarse a su forma de vida y a sus momentos de ocio.
Gabriela encontró a Drunk después de buscar en Miwuki y valorar muchas opciones. Leyó uno a uno los perfiles de los perros que le interesaban, para informarse sobre sus características y su cuidado. Al ver a Drunk ya estaba segura de que podría brindarle un espacio confortable para vivir y él le brindaría mucho cariño, que era justo lo que buscaba.
Actualmente, ya en su nuevo hogar, Drunk se adapta a convivir con otros perros y Gabriela ya está pensando en adoptar otro miembro para su familia. Parece que le ha gustado la experiencia y quiere abrir las puertas de su hogar a otro animal de compañía.
José adopta a Dumbo, un perro dormilón pero muy espabilado
José prefiere adoptar, pues piensa que el “amor comprado no es amor” y que los animales adoptados son muy agradecidos y únicos. Le costó muy poco encontrar a Dumbo, un perro dormilón, pero muy espabilado, y decidirse a adoptarlo. Al buscar en Miwuki encontró tanta información sobre cada animal y tantos filtros, que pudo encontrar exactamente lo que buscaba.
A los cinco minutos de entrar a su nuevo hogar, Dumbo ya tenía a todos llenos de alegría. Su comportamiento también los sorprendió, pues es bueno, obediente, silencioso y dormilón. ¡Más perfecto no podría ser!
Lo más interesante de llevar a Dumbo a su hogar, fue la lección aprendida por su hijo: “no sabía que se podía querer tanto” fue la frase que José le escuchó decir después de que Dumbo llegara a la familia. Dumbo tenía ya un mejor amigo en su nuevo hogar y tenía la oportunidad de brindarle su cariño incondicional.
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