Un perro de terapia juega un papel crucial en cada sesión ya que ayuda a trabajar, junto al equipo técnico que lo acompaña, las 4 siguientes e importantes áreas:
- Área emocional. El perro de terapias sirve como elemento motivador para que las personas dejen aflorar sus emociones. El animal acepta sus caricias y abrazoss y ayuda a reducir su sentimiento de soledad al estar dispuesto a dar afecto sin esperar nada a cambio. El perro es un animal que ama sin condiciones, no juzga, ayuda a fortalecer la percepción que tienen los seres humanos de sí mismos y, por lo tanto, mejora su autoestima.
- Área cognitiva. Todas las actividades en las que participa el perro se pueden orientar a fortalecer el aprendizaje de la persona, a mejorar su atención y su capacidad de concentración. Además, se pueden realizar ejercicios orientados a la memorización, en los que los pacientes tienen que recordar, por ejemplo, el tamaño o el color del animal así como secuencias u órdenes que el perro debe realizar o seguir.
- Área física. En las sesiones de Terapia Asistida con Animales los usuarios participan en actividades o juegos que ayudan a mejorar su movilidad y motricidad. Todas las actividades que se preparan con este objetivo implican que la persona se desplace o realice movimientos con sus miembros superiores e inferiores. Algunos de estos ejercicios fortalecen la motricidad gruesa, como por ejemplo lanzar la pelota al perro, darle de comer o realizar paseos cortos con él, y otros fortalecen la motricidad fina al crear puzles, recortar figuras o dibujar.
- Área relacional. Las actividades de las terapias con animales también se orientan a mejorar el contacto social de las personas. El perro fomenta que se relacionen con su entorno; en algunos casos se convierte en el tema de conversación y facilita las relaciones interpersonales. En terapias realizadas en centros geriátricos, por ejemplo, algunas personas de la tercera edad tienen dificultades para relacionarse o hacer nuevas amistades y la presencia del perro les ayuda a superar esta barrera y encontrar un tema de conversación común y reírse con los demás.
La labor del perro es esencial en las sesiones de terapias con animales para mejorar la salud física, mental y emocional de los usuarios que participan, es el protagonista de la sesiones, junto al equipo multidisciplinar. En la Fundación Affinity creemos que el vínculo con los animales ayuda a mejorar la vida de las personas y por esto creamos nuestra causa #AnimalesQueCuran.
Conoce aquí la historia de Milú, la perrita que quería aprender a curar
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