Desde la Fundación Affinity queremos conseguir que esta cuarentena sea lo más amena posible tanto para ti como para tu animal de compañía y es por eso que hemos decidido compartir contigo esta serie de consejos para afrontar de la mejor manera posible esta excepcional situación en la que nos vemos inmersos.
Uno de los factores que generan más estrés en los animales es el ruido, cosa que durante la cuarentena puede aumentar sobretodo a partir de las ocho debido a las caceroladas, música a alto volumen, aplausos masivos, ruidos inesperados, entre otros. Debido a la gran capacidad auditiva de los perros y los gatos es importante cuidarlos frente a la sobreestimulación sonora por lo que que a continuación os presentamos diversas pautas y recomendaciones a seguir con tal de hacerles estos momentos más llevaderos:
Pautas a seguir si tu animal de compañía se asusta con los ruidos:
- Entendamos que los ruidos fuertes y repentinos, la música a alto volumen, los petardos y a veces los aplausos pueden provocar estrés, miedo o una respuesta inesperada por parte de los animales. Por lo tanto, nunca debemos reñir a nuestros perros y gatos por ese motivo; si tenemos una respuesta agresiva hacia ellos, solo aumentaremos su malestar.
- Si convivimos con un perro o un gato sensible a los ruidos como las caceroladas o los aplausos, intentemos cerrar las ventanas, aunque nosotros estemos fuera, para disminuir todo lo posible el ruido exterior. Algunos perros tienen fobia a los ruidos de las ambulancias o incluso a ruidos domésticos como los de las aspiradoras. En estos casos, es aún más importante cuidar su bienestar, cerrando, de ser posible, las puertas para amortiguar el ruido.
- Dejemos que el animal escoja libremente el lugar de la casa donde se sienta seguro. Esconderse en un lugar oscuro y pequeño cuando hay un peligro está dentro de la naturaleza del perro y el gato. Si no dejamos que lo haga aumentaremos su inseguridad. Una vez pasado el ruido podemos invitarlo a salir y ayudarle a recuperar la confianza.
- Hay que mantener la calma y actuar con naturalidad. Prestarle excesiva atención en una crisis puede aumentar el nivel de estrés de nuestro animal de compañía. La recomendación es esperar tranquilamente a que el ruido pase y luego actuar con naturalidad. Los perros son muy sensibles a las respuestas de las personas, así que mantenernos calmados ayudará a que ellos lo hagan también.
- Mantener un ambiente de tranquilidad en casa es otra opción. Por ejemplo, poner música suave ayudará a mitigar otros sonidos. La cuarentena es un reto para todos, así que un ambiente pacífico en casa, evitando gritos o gestionando nuestro propio estrés, beneficiará a los animales que conviven con nosotros.
- Aconsejamos adecuar un espacio donde el animal se sienta seguro y protegido, por ejemplo, un trasportín, y permitir que el perro o el gato pueda usarlo como un refugio cuando tenga miedo. Si hace falta, lo podemos cubrir con una manta, para disminuir el ruido exterior y generar una sensación de protección.
¿Qué no debemos hacer?
Nuestro comportamiento puede afectar positiva o negativamente a nuestros animales de compañía. Tenemos que entender que los animales son mucho más sensibles que el ser humano frente a estas situaciones y en muchos casos desarrollan hasta estados de fobia al ruido. "El 30% de los perros es capaz de anticipar que en su entorno van a producirse estruendos o ruidos frente a los que sienten fobia, como petardos o ruidos de fiestas, y expresan su angustia incluso antes de oírlos con temblores y tendencia a huir del lugar donde están", afirma Jaume Fatjó, investigador de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona. Consecuentemente, debemos evitar los siguientes tres puntos para proteger a nuestros animales de compañía:- No debemos sacar a nuestros perros a los balcones justo en el momento de mayor ruido, aplaudir o golpear cacerolas cerca de ellos. Exponerlos así es una técnica conocida como inundación y puede ser muy contraproducente.
- Evitemos sacar a pasear a los perros justo en los momentos de mayor intensidad sonora. Si sabemos que a las 8 de la tarde hay un pico de ruido, debemos sacarlo antes o después.
- No debemos impedir que el perro se esconda o escoja el sitio dónde se sienta más seguro. Si el perro quiere esconderse en un sitio donde él se sienta cómodo se lo tenemos que permitir. Es común que elijan los cuartos de baños, debajo de la cama o del sofá, garajes o pequeños lugares donde se sientan resguardados.